Al principio, no había ventanas, y toda la luz provenía de dos grandes claraboyas. Nuestro primer concepto consistía en un gran ventanal orientado al valle. A medida que el proyecto avanzaba y, lo que es más importante, comprendíamos cómo iba a funcionar nuestro nuevo hogar, nos dimos cuenta de que la puesta de sol no se veía desde la sala de estar. ¿Te imaginas qué desperdicio?