Puesta en escena de los muebles Tikamoon. Cada uno se hace con su espacio de forma natural y brilla como si siempre hubiera estado ahí. Encendemos la chimenea y al mismo tiempo, un tímido rayo de sol se cuela en la estancia. Los accesorios están listos, las velas encendidas, la cámara preparada para disparar. El lugar no ha perdido ni un ápice de su encanto. Todo está listo, la sesión fotográfica puede comenzar.