Nariz al viento. Con la vista perdida en el horizonte o los ojos semicerrados, según la situación. Nos dejamos arrullar por el paso del tiempo… Nos abandonamos.Este invierno, la teca y el ratán se hicieron un hueco en el hogar. Y ahora se instalan en el jardín. Nos encanta su faceta in and out, su material natural y su elegancia intemporal.
Un almuerzo ligero, una cena a la luz de las velas… un simple descanso a la hora de la merienda. El hogar se abre al jardín y apuesta por el buen ambiente.
Y si la temporada dle buen tiempo fuese un pretexto para mezclar, combinar… asociar formas y géneros. Contrastamos el metal y la madera en tonos suaves, mezclamos el estilo y el material. Hacemos lo que nos apetece. Porque nos lo merecemos.